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LA CALCHONA
Los arrieros del Cajón del Maipo cuentan una impactante historia. Aterrados, hablan de una horripilante criatura que suele aparecer al cruzar el puente que lleva a la nevada región, en la zona cordillerana del Valle Central de Chile. Dicen que cuando se atraviesa el puente es usual que salte desde abajo una figura que se sube sobre los caballos intentando derribarlos o morderlos. Al describir esta vivencia, sus voces se entrecortan por el pánico; la historia se ha repetido durante largos años, y las experiencias de las distintas víctimas se asemejan con increíble exactitud.
Tras varios episodios, los arrieros llegaron a la conclusión de que el ser mitológico ataca a los hombres de la cordillera. Muchos describen la presencia como una criatura dotada de una enorme melena, la cual le valió el nombre de “la Calchona”, denominación proveniente del mapudungun kalcha, que significa pelo largo, desordenado y sucio.
Otros, sin embargo, atribuyen esta prominencia confundida con cabello a la parte trasera del cuerpo de la criatura, que presenta unas nalgas sobresalientes, haciéndola lucir en extremo deforme y aterradora. En esta segunda descripción, asocian la prominencia a una especie de calzón sobresaliente, en el cual carga sus piernas, por lo que la criatura corre usando las puntas de los pies con la agilidad de un felino. Gracias a esta habilidad, salta sobre las ancas de los caballos tomando por sorpresa a sus víctimas, quienes antes de poder reaccionar ya la tienen tras de sí, intentando morderlos con una furia y fuerza incontrolables. Dos colmillos afilados asoman fuera de su boca; cual vampiro, intenta clavarlos en el cuello de los hombres para extraer sangre.
Han sido tantos los testigos de esta sorprendente aparición, que el puente fue bautizado como “Puente de la Calchona”. El transcurso de los años ha ido aumentando las leyendas sobre la espantosa criatura, especialmente aquellas que intentan explicar su origen. Algunos relatos dicen que se trata de una bruja que durante noche era capaz de cambiar de forma, transformándose en un ser mitad humano y mitad oveja, hasta que fue descubierta por su familia, quienes impidieron que volviera a su cuerpo humano. Debido a esto, se quedó transformada para siempre en la melenuda y aterradora Calchona.
Otras historias aseguran que es la esposa de Trauco, lo cual resulta irrisorio, pues mezclan confusamente la mitología de Chiloé con la del Valle Central. La mayoría de las personas no encuentra una explicación para el increíble fenómeno.
Tuvieron que pasar larguísimos años antes de que un arqueólogo extranjero, al inspeccionar la zona en busca de hallazgos arqueológicos, descubriera el cadáver de una joven, oculto bajo el puente. Esto generó un nuevo revuelo de leyendas en torno a la mujer encontrada. Su historia, en vez de cesar, cobró mayor fuerza, y los pobladores aseguraban que en las noches se oían gemidos, gritos agudos, sollozos y lamentos.
La Cachona se ha convertido en una de las leyendas más populares de Chile, expandiéndose a otras regiones, donde también se cuentan mitos relacionados con este supuesto ser mitológico, mitad humano y mitad animal. Es desconocido, sin embargo, el informe forense que se emitió luego del hallazgo del cadáver. Los médicos quedaron no solo sorprendidos, sino también aterrados tras los estudios que realizaron.
El cadáver encontrado bajo el puente pertenecía a una joven arriera de ganado que vivió en el zona hacia 1900, se descubrió que fue cruelmente asesinada. Los estudios arrojaron que fue violada por un grupo de hombres, lo más seguro es que le tendieran una emboscada a fin de perpetra el acto. No se trataba de una muchacha de cuidad, sino de una mujer acostumbrada a las inclemencias del clima, que había llevado una vida dura y sacrificada, por lo que es fácil adivinar que su carácter no era dócil. Existen pruebas de que ofreció resistencia tenaz contra sus atacantes, desatando aún más la crueldad y el salvajismo de aquellos hombres, quienes terminaron por quitarle la vida.
La autopsia reveló que había recibido un fuerte golpe de puño en la boca, quebrándole los dientes delanteros, que seguramente se tragó. Presentaba, además, múltiples contusiones, culpables de su muerte. Especularon que, cuando los hombres se dieron cuenta de que la muchacha estaba muerta, intentaron ocultarla con rapidez para esconder su crimen, así que decidieron enterrarla bajo el puente. El hoyo que cavaron no fue ni grande ni demasiado profundo, de manera que al intentar sepultarla quebraron la columna vertebral. Solo así el cadáver quedó enterrado y oculto a la vista de los transeúntes.
La descripción anterior podría parecer la de un crimen común entre muchos perpetrados por el salvajismo que incita, por ejemplo, el alcohol, pero al examinar el cadáver varios detalles no pudieron pasar desapercibidos a los médicos que entonces lo observaron, ni tampoco a los forenses que en fecha más reciente han tenido acceso a esos datos.
Con los dientes quebrados, la boca del esqueleto daba la impresión de contar con afilados colmillos que asomaran fuera de la cavidad. Uñas y cabellos estaban largos, pues no detienen su crecimiento tras la muerte. Las contusiones y fracturas de la columna doblaban la espalda del cadáver. La hendidura de la pelvis lo hacía lucir, a simple vista, como si tuviera una prominencia en la parte trasera del cuerpo, otorgándole un aspecto deforme. Debido a esto, las nalgas sobresalían de forma anormal y las piernas quedaban dobladas. La conclusión a la que llegaron fue que, si se colocaba de pie al cadáver, quedaría con los dedos apoyados en el suelo, como si caminara de puntillas.
Hasta el día de hoy, estos detalles sorprenden y aterran a todos los médicos forenses y a los profesionales involucrados en la investigación del crimen. El cadáver de la muchacha, en su descripción, corresponde con exactitud al encuentro que cientos de hombre aseguran haber tenido con esa criatura mitológica llamada Calchona.
Este misterio nos lleva a cuestionarnos el final de vida, ¿realmente se termina tras la muerte?, ¿puede una mujer asesinada con brutalidad volver del más allá para vengarse?
Relato extraído del libro Historias paranormales reales. Después del femicidio.
Escrito por:
Eva Morgado Flores
