LA PAZ, UNA UTOPÍA
Mientras en el mundo no se termine
el odio, el egoísmo, los celos y el rencor,
la ambición, la gloria y el poder,
y no se reemplace por la palabra amor,
será imposible reclamar la paz.
Seguiremos en guerra, que solo trae
muerte, quebranto, dolor y llanto,
mientras nos fijemos más en el color
que el valor de una persona. Seguiremos cultivando
el odio, el egoísmo y la traición; nos iremos alejando de la paz.
Paz, palabra que indica unión, fortaleza y amor
para vivir como soñamos un día, con felicidad y alegría;
pero se interponen la codicia, el poder y la ambición de cada día
para alejarnos de la soñada paz.
Yo, como poeta, levanto mi pluma para reclamar al mundo por la paz,
escribo en nombre de aquellos que lo hicieron antes,
porque las palabras humanidad, unión y amor no caigan al vacío.
Para ser la voz en cada verso, en cada prosa de los hermanos míos,
en cada verso escrito, en cada prosa mía, pediré por la paz que soñamos.
Vivir como hermanos no es una ilusión lejana, es mirar hacia el cielo,
recordar a Aquel que nos dijera: “Mi paz os dejo, mi paz os doy”,
acabar con la ambición y el poder del hombre, darnos cuenta a tiempo
y vivir como hermanos, junto a ese sentimiento universal llamado AMOR.
Escrito por:
Mario-Villagran
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