En un pequeño pueblo de la quinta región de Chile, en el que sus habitantes viven tranquilos, ajenos al ajetreo de las grandes ciudades y donde muchos se conocen entre sí, está a punto de ocurrir una de las tragedias más escabrosas de las últimas décadas. Una oleada de desapariciones comienza a alterar la paz de los quinteranos; lo que es peor, las víctimas son niños de entre nueve y doce años. Nadie sabe quién o quiénes son los responsables ni por qué solo ataca a los menores.

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Maite, una joven de cabello castaño, ojos intensos y una fuerte personalidad, tiene un vínculo especial con algunos de los niños, por ello, lo que está sucediendo en el pueblo la inquieta, y como es una mujer que no se queda de brazos cruzados, decide investigar el asunto aunque esto le cueste horas de angustia, noches sin dormir, incluso peleas con sus más cercanos.

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Algunos la tildan de loca por las teorías que concibe basada en su intuición, pero esta es la única que la ayudará a llegar al centro del asunto y descubrir qué es lo que pasa con los niños desaparecidos.