AUTO-SALVACIÓN CONVENCIONAL
![](https://static.wixstatic.com/media/878f3b_278182df9aec4cbb9fb57149af87a68f~mv2.jpg/v1/fill/w_147,h_221,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,blur_2,enc_auto/878f3b_278182df9aec4cbb9fb57149af87a68f~mv2.jpg)
En días azul marino
de profundidad desconocida
cuando el límite del espacio vital de mi cuerpo
parece retroceder de pequeño a insignificante
lanzo cuerdas frágiles al abismo de mi pecho.
Me aferro a ellas.
Asciendo en vértigo a la superficie,
un paisaje familiar me espera
afable, dispuesto al abrigo.
Ha sido un nuevo y convencional retorno
de mi propia mano, mis propias cuerdas.
El sastre siempre alerta de mi pecho
guarda y custodia con enfático cuidado
las frágiles, mas valientes cuerdas.
Conoce su menesteroso servicio.
Se guardan las cuerdas de auxilio.
Hago catarsis y me fortalezco.
De vuelta al juego,
vorágine del siglo.
Escrito por:
Séfora Alexandra