Elementos internos que componen un poema
Cuando hablamos de poema, seguro acude a tu mente la rima, una disposición en la página distinta a la utilizada en prosa y la expresión de sentimientos desbordados. Sin embargo, existen otros ingredientes en la composición de un texto lírico, son los elementos internos que componen el poema:
Hablante lírico
El hablante lírico es la voz que se expresa en el poema. Muchas veces es común creer que esta voz pertenece al autor, pero esto no es correcto. Es cierto que puede expresar sentimientos que el autor experimente, pero también es posible que incluya ciertas ideas que este no comparte, pero que es capaz de imaginar e intuir al ponerse en los zapatos del otro.
Se trate o no de pensamientos y emociones compartidas por el autor, en los poemas el hablante lírico es el “narrador”, un ente literario que expresa lo que siente.
Objeto lírico
El objeto lírico es aquel elemento que motiva el poema. Puede tratarse de algo concreto, como una persona o cosa, o de algo abstracto, como un sentimiento. En este sentido, el poema gira en torno a este objeto.
Motivo lírico
El motivo lírico está estrechamente relacionado con el objeto, ya que se trata del tema principal del poema, el sentimiento que predomina en las estrofas. Por ejemplo, en un poema amoroso, el objeto lírico es aquella persona de quien trata el escrito, mientras que motivo lírico pueden ser los sentimientos de nostalgia, deseo, amor o melancolía que se emplean para referirse a ese objeto.
De esta forma, el motivo lírico está relacionado con el ánimo que expresa el hablante lírico frente al objeto; todo esto constituye el tema de la obra.
Actitud lírica
Se refiere al modo que elige el hablante lírico para expresarse sobre el tema que encierra el poema. Se relaciona con el motivo, pues tiene que adoptar una actitud melancólica o triste, por ejemplo, frente al recuerdo a la amada. De esta forma, existen tres maneras en que esta actitud lírica se presenta:
1. Actitud enunciativa
Está presente en aquellos poemas que cuentan un relato de ciertos hechos que afectan al objeto lírico. Domina para esto el uso de la primera o tercera persona, pues el hablante pretende ser lo más objetivo posible.
2. Actitud apelativa
La intención del hablante es establecer un diálogo con el lector o con el objeto lírico, solo a este interlocutor ficcional se dirigirá para expresar sus sentimientos con respecto al objeto y al motivo.
3. Actitud carmínica
El hablante lírico se vale de la primera persona para expresar solamente lo que siente frente al mundo, él mismo se convierte casi en el objeto del poema, pues pretende expresar sus más íntimos pensamientos.
Ahora que conoces estos elementos, es hora de identificarlos en un poema.
Ejemplo:
A Helena de Edgar Allan Poe
Helena, tu belleza es para mí
como aquellos barcos nicenos de antaño
que suavemente, sobre un mar perfumado,
al viajero cansado, al que agotó el camino,
llevan a su propia costa nativa.
En arriesgados mares habituada a vagar,
tu cabello de jacinto, tu rostro clásico,
tus aires de náyade me han traído a Grecia
y a la grandeza que fue Roma.
¡Mira! ¡El radiante hueco de tu ventana
cómo te veo erguida cual estatua,
con la lámpara de ágata en la mano!
¡Ah, psique de las regiones
que son Tierra Santa!
En el poema anterior, el hablante lírico es el enamorado que compara a su amada con Helena, la mujer que desató la guerra de Troya. El objeto lírico es la mujer, mientras que el motivo es la nostalgia por la amada ausente o distante, de ahí que hable sobre verla a través de la ventana. El ánimo que mueve al hablante es la melancolía y el tema el recuerdo de la amada. La actitud del hablante es enunciativa, porque se dedica a recordar al objeto de su amor, a compararla con Helena y a resaltar rasgos de ella, como su cabello.
Conocer los elementos internos de las composiciones líricas te ayudará a que tus poemas tengan mayor fluidez y trasmitan al lector lo que deseas.
Este artículo fue escrito por:
Zorayda Coello Freitas
Editora de Aguja Literaria
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