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TE QUISE MÍO
Te quise mío, cuando el suave viento, meciendo mi pelo, me recordó tus manos.
Las secas hojas, crepitantes, detuvieron su paso, congelando el tiempo.
Clepsidras implacables, fuego de hielo silente… el alma mía.
Te quise mío, al arrullo de seres alados despertando al alba.
Lejanos ecos dijeron tu nombre, resplandecía el sol en la montaña;
al caer la noche, mecían las olas mi vestido.
Mis manos temblorosas abrigaban mi pecho al llamarte.
Otrora las estrellas titilantes, escondidas olvidaron mi canto, porque te quise mío.
Al abrigo de un niño, al calor de las manos desnudas,
corolas primaverales, veleros al viento.
A lo lejos, la lluvia resbalaba surcando los cristales de viejas ventanas.
Así te quise mío, como la faz buscando su hogar
por la eternidad de los tiempos.
Así, te quise mío.
Escrito por: Catalina-Ferrada
