POEMA A LOS PERROS ABANDONADOS
Hileras verdes que nos dirigen por diferentes caminos,
esconden acciones de seres supuestamente racionales.
Orillas de camino reflejan verdaderas tumbas
de pequeños cuerpos que exhalan un suspiro inocente,
hasta el expiro.
Tanta incomprensión contenida en esos pequeños envases peludos
nos recuerdan su fragilidad a través de una mirada.
¿Cuándo ocurrió el cambio de roles?, ¿en qué momento ellos se volvieron
víctimas del verdadero instinto animal; la inconsciencia humana?
Las criaturas terminaron muertas, siendo sepultadas
por los rugidos de bestias sobre ruedas, al paso junto al camino.
Ni fanatismo ni animalismo,
solo conciencia y otras tantas cosas
para diferenciarnos entre ser vivo y ser humano en el mundo despiadado
en que sobrevivimos.
Escrito por:
Joselyn-Peña