ASTRONAUTA FANTASMA

En la soledad del Eridanus,
lejos de la faz de la Tierra,
bajo la Lux Aeterna de Ligeti,
soy un astronauta fantasma:
bandera rota, antorcha apagada,
mármol de buenas intenciones,
donde todos son brujas y espectros,
cansados de luchas y lamentos.
En una sala muerta anecoica,
grito silencioso del espacio,
veo el cosmos a cinco metros,
para así tocarlo con mis manos:
como evo de incienso difuso,
el poema se enciende, se quema,
se torna café, se torna negro,
FrozenStar de Macleod ya regresa.
Escrito por:
Francisco-Valenzuela