OJOS DE METAL
Secretamente…
estoy muriendo por dentro.
Atrapado en tus ojos de metal,
¿qué más podría desear?
Lengua presta, ojos vista,
a pie juntillas más mejor:
tú, mi gato Maine coon;
yo, tu gato sphynx.
Como máquina del tiempo,
piel chocando con piel,
el pasado es tu culpa,
el futuro mi preocupación.
Abre tu mente.
¿Quieres probar el deseo?
Seré tu fuente,
tu Edén y tu fuego.
No del beso
que cualquiera va
ni del abrazo
que cualquiera viene.
Tampoco
de la caricia jamás,
menos
del “te amo” de siempre.
Eres el romanticismo
allegro de mis campos.
El naturalismo
andante de mis suburbios:
Inteligente, resolutivo,
joven, considerado,
buena presencia, proactivo…
¡Miento! Bastante atractivo.
Eres coro y contemplación:
vitral de ecos negros.
Caduco si me descuido,
perenne si me pierdo.
Secretamente…
estoy muriendo por dentro.
Atrapado en tus ojos de metal,
¿qué más podría desear?
¿Voz de claraboya?
¡Mirada de marquesina!
Escrito por: Francisco-Valenzuela
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