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Algunos usos incorrectos del lenguaje


El lenguaje es un ente cambiante, se encuentra en constante transformación, ya sea por la influencia en diferentes idiomas, la aparición de nuevas realidades que conllevan la necesidad de ser nombradas y el uso que le dan los hablantes a la lengua.

A pesar de esta cualidad, las normas generan cierta uniformidad en la lengua para que sea posible la comunicación. Existen ciertos vicios lingüísticos que constituyen los usos incorrectos del idioma. A continuación, detallamos los más comunes.

Impropiedades del lenguaje

Reciben este nombre aquellas palabras que se utilizan con un significado distinto al que tienen, ya sea por desconocimiento o por confusión con palabras de otros idiomas que resultan similares, pero cuyo significado es otro. Esta confusión ocasiona una comunicación deficiente.

Ejemplos:

En español, la palabra bizarro es un adjetivo de dos acepciones: valiente y arriesgado, o generoso y lúcido. Sin embargo, cada vez es más común utilizarla en el sentido de extravagante, raro o extraño debido a la confusión con la palabra inglesa bizarre, que tiene este significado.

Utilizar norteamericanos como gentilicio para los habitantes de Estados Unidos también se considera un uso impropio del lenguaje, el término correcto es estadounidenses.

Pleonasmos

Los pleonasmos o redundancias aparecen cuando en una oración se añaden palabras o expresiones que no modifican su significado y que además refuerzan o repiten lo dicho.

Ejemplos:

Decir La ley fue aprobada por total unanimidad en lugar de La ley fue aprobada por unanimidad, ya que la palabra unánime aclara que fue aprobada por todos.

Barbarismos

Reciben este nombre aquellas palabras cuya estructura fonética o morfológica no corresponde con las normas del español, así que se consideran incorrectas. Con el uso y el paso del tiempo, algunos barbarismos se integran al habla culta y son aceptadas por las academias, pero antes de eso su uso no se recomienda.

Existen distintos tipos de barbarismo, desde modificar la pronunciación o la escritura (dormio en lugar de dormido), añadir letras (llegastes en lugar de llegaste), modificar las terminaciones de la palabra (batráceo en lugar de batracio) o sustituir una vocal por otra (vertir en lugar de verter).

Los extranjerismos ortográficos también son considerados barbarismos.

Arcaísmos

Reciben el nombre de arcaísmos aquellas palabras que han caído en desuso en la lengua, ya sea porque las realidades que designaban han desaparecido o porque otros términos han ganado terreno en el uso de los hablantes.

Señalar algunos términos como arcaicos resulta impreciso en algunas ocasiones, ya que ciertas palabras que dejaron de utilizarse en España, por ejemplo, siguen vivas en algunos países de América Latina. Ante las dudas, lo recomendable es verificar la vigencia en el diccionario de la RAE.

Lugares comunes

Son aquellas expresiones prefabricadas que carecen de un significado particular. Su uso revela pobreza léxica o la intención de “rellenar” los escritos, ya que su aparición se considera trillada y cansa al lector al no aportar algo nuevo.

Ejemplos:

Astro rey (sol), bajar la guardia (distraerse o despreocuparse), brilla por su ausencia (faltar o no estar), de escasos recursos (pobre o sin dinero), vital elemento (agua), gigante asiático (China), entre muchos otros.

En la literatura también existen lugares comunes temáticos, son los llamados tópicos cansinos.

Muletillas

Son aquellas expresiones hechas que se repiten, por lo general en el lenguaje hablado, y que son utilizadas como punto de apoyo para continuar con la idea que se desarrolla.

Ejemplos:

Valga la redundancia, por lo demás, por así decirlo, como quien dice, mira por dónde.

Latiguillos

A menudo confundidos con las muletillas, los latiguillos son frases o expresiones que rematan las oraciones de forma repetitiva. Son frecuentes en las conversaciones, pero también es posible escucharlas en medios de comunicación o leerlas.

Ejemplos:

¿Entiendes?, ¿me sigues?, digo yo, ¿verdad?, ¿no?, vale, okay, o sea, poh.

Ahora que conoces los usos incorrectos más frecuentes, serás capaz de evitarlos en tus textos.

Este artículo fue escrito por:

Zorayda Coello

Editora de Aguja Literaria


Fuente imagen:

http://enkicode.com/escritura-traducciones/revision-y-edicion-de-textos/



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