OTRO PRINCIPIO
Te dije que algún día el verbo se haría carne, pero había olvidado que la carne nació condenada a la muerte.
Y de las sábanas blancas donde se iban a revolcar nuestras letras clandestinas,
he llegado ahora donde moran los silencios,
con el alma enlutada,
cargando verbos cremados.
Tus restos había embolsado y arrastrado muchas veces,
como un criminal busca deshacerse de su víctima,
te lancé una y otra vez como un bulto desde el vértigo al mar…
Y el mar que no quiere más cuerpos sin nombres
que pesa mucho en dolor y memoria,
que es lágrima salada de la tierra herida,
me ha cantado bien claro que no me quiere devuelta en su borde.
Cansada de cargar tu peso recordé un lugar donde los ritos de despedida nunca cesan,
entre Vírgenes envueltas en humos de cigarros a medio fumar danzando ritmos gitanos.
Quién sabe, si desde el silencio se pueda torcer toda ley escrita
y el verbo surja de la ceniza
y luego nuevamente se haga carne…
Escrito por:
Carla-León-Tapia
Comentarios