EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO (El Greco)

¿Qué no habrán visto los siglos, lejano caballero,
en tus ojos que duran a la sombra del Greco?
Tiempo acallado eres, mirada de luz enjuta,
blanco y negro momento con atuendo barroco.
¿Qué olvido alcanza el alma mientras gira
su universo la soledad de lo inefable?
Sereno rostro tienes, enhiesto en claroscuro;
confirmas vida que huye en otras venas de noche.
Incierto aún retienes en tu mano abstraída;
sobre el pecho arropado los dedos oyen latidos
y la espada descuelga aire ausente de enigma.
Más lento en la prisa; insomne miras y callas.
Escrito por:
Juan-Antonio-Massone