AMOR SURREAL
Era bellísima pero hueca como una caña
sus medidas sobrepasaban los cánones de belleza
y se idealizaba a sí misma.
Machos recios bien plantados y de los otros
golpeaban su puerta.
Ella ofrecía resistencia, no contestaba
los mensajes on line, fue la autora del No.
Pero una vez lo vio. Fue en la noche de
San Juan. Él bajaba de la higuera
y le ofreció higos blancos, y Ella no le dio
calabazas. En un tres por dos,
sin medir las consecuencias se enamoró del sujeto.
Él venía de otras latitudes,
era un híbrido con antenas y cabeza de langosta
no traía maletas y bajo la túnica que vestía
acusaba falla de fabricación,
no era leso. ¡Era liso!
Dicen que el amor es ciego.
Ese era el hombre que siempre buscó,
diferente a otros, por lo tanto
afrontará el problema.
Como todo tiene solución,
por correo le enviarán el repuesto made in Taiwán.
Una cajita de cartón con forma de linterna.
Escrito por:
Helena-Herrera-Riquelme