HOJAS DE OTOÑO
Colorida sábana de hálitos arbolares
escamas vegetales
radares clorofilados, por ráfagas arrancados.
Huellas de los vientos.
Alfombras inherentes al otoño, sin duende ni origen cierto
indescifrable como el destino.
¿Quién habría de deshacer el tiempo,
hilo a hilo de existencia,
para descubrirlo?
Senderos del pensamiento estampado de soledad
acequias hacia el recuerdo que adoba el sentimiento.
¡Adúcares del clima!
¡Capullos de la tierra!
¡Adufe estrepitoso de las alamedas!
¿Existe quien no haya vibrado con vuestra presencia?
¿Se han transformado en un adufero de sentimientos
al adumbrar con penumbra el pensamiento de la gente?
Adverado de ese instante es el que describo.
¡Adverado del tiempo!
¡Dicterio para los insensibles!
Descanso para los sensatos.
¿Cómo no hacer mella en tal espectáculo
para no corromperlo,
para no romper la soledad frágil como la paz?
Eres hojarasca de almas vegetales, antiguo dormitar.
Calópteros que vuelan a ras de suelo
la tierra los abraza,
los hace suyos con la lluvia,
hasta dejar el suave murmullo
de aquel capullo de vida milenaria.
Escrito por: