LA MAGNUM MARE NOSTRUM

La ola
la boca de perro
aullando
la vida mía
la uva
que
rebalsa el vaso
sangre
derramada
en las palmas
de mis manos
océano-abismo
uña y carne
espejo roto.
Pacífico
país del hielo
congelándome sin pavor
los dedos las muñecas
con su lepra congelándome
el codo la clavícula
barco ebrio
congelándonos
los hombros
bajo cero navegamos
timón brújula amoratados
viento vela cartografía
sin detenernos
escarchados
visionarios catalejos
Rimbaud
incansables los brazos
recortan
La
Magnum
Mare Nostrum
la lápida de los naufragios
donde se ahogan todas las miradas
del devenir con sus magnéticas olas:
Yo Tú Huidobro Él
Nosotros Vosotros Ellos
en el cielo Cruz del Sur
y más allá la eternidad.
Si no fuera
por mi incansable brazo
escarchado
recortando
la lápida de los naufragios
el océano-abismo
no cantaría
con sus pronombres
al unísono
así se va
el Pacífico
ramificando
con sus témpanos
hasta tocar
detrás del horizonte
un agua mayor.
Desde el principio del mundo
La
Magnum
Mare
Nostrum
donde se ahogan todas las miradas
semejanza de un cielo estrellado.
He aquí
mis Manos
escribiendo bajo cero
el agua inmemorial de los diluvios
recorriendo
playas desiertas
islas de pájaros en pena
puertos de mala muerte
golfos arrecifes acantilados
de
Polo
a Polo
recorriendo
los meridianos
hasta hacerse en tu ojo-ancla
una cordillera de nieves nómades
nómades
nómades.
Escrito por:
Marcela-Silva-Ramírez