TENGO UNA REINA EN MI CASA
¿Saben?
Soy afortunado, privilegiado
y con mucha suerte…
¡Tengo una reina en mi casa!
Pero ella es distinta a las de los cuentos de hadas.
No tiene riquezas, corona, ni trono…
¡Ah!, me equivocaba;
Por riqueza, su familia.
Por corona, sus plateados cabellos.
Por trono, su hogar.
Nadie se inclina ante ella
aunque lo merece con creces,
su cariño, día a día, crece.
Siempre servicial, no se cansa de ayudar.
¡Tengo una reina en mi casa!
No me había dado yo cuenta
y ahora, al cumplir los cincuenta,
recién me percato de aquello.
Ayuda al niño, al joven, al anciano;
para todos tiene algo especial.
¡Oh! Qué afortunado soy,
tengo una reina en mi casa
y tengo el privilegio de poder decirle: mamá.
Escrito por:
Mario-Villagran