ADIÓS
A la orilla del camino se despide una fresa.
Ahora desteñida
solitaria, abandonada,
perdida en vapores previos a la madrugada.
Palidece,
los días la cubren,
el polvo la envuelve,
la alquimia transforma su esencia.
Sepultada,
solo queda el recuerdo,
la embriaguez bajo los rayos de sol,
esa última venia al viento.
Escrito por:
Alfredo-Gaete-Briseño