Cuidado con los Tópicos Cansinos en tus Novelas
De seguro se estarán preguntando: ¿qué es un tópico cansino?
Tópico: del latín, lugar o tema.
Cansino: algo que cansa, satura o agota.
Los tópicos cansinos son aquellos temas que han tenido buena recepción por parte de los lectores y que se repiten hasta el cansancio, e inspiran miles de obras. Sin embargo, llega un punto en el que los lectores se aburren de leer siempre lo mismo.
¿Otro libro de vampiros? ¿Todavía escriben sobre ellos? He leído miles de historias que tratan de lo mismo, la joven adolescente que se enamora de un misterioso y atractivo muchacho que termina siendo un vampiro… ¿No se aburren de escribir sobre eso?
Así es. Desde que la saga “Crepúsculo” se lanzó al comercio, muchos autores se inspiraron para crear sus propias novelas sobre vampiros, y a pesar de que los lugares, nombres, personajes y hasta la época histórica son diferentes, el tópico es siempre el mismo: la chica y el vampiro.
Pero ese no es el único tópico cansino que hoy en día vemos en las librerías y en los medios, también están:
1. El antihéroe: Inicialmente inspirado en los cómics, Batman es el ícono y se ha traspasado el tema a la literatura.
2. La princesa guerrera o la mujer empoderada: Ya no vemos princesas que esperan ser rescatadas, ahora se rescatan solas o se van a la guerra al igual que los hombres. También está llegando al límite de lo cansino. La protagonista de “Sinsajo” es un ícono para muchas personas.
3. Del odio al amor: “Orgullo y prejuicio” ha inspirado un sinfín de novelas juveniles.
4. La chica fea que termina siendo popular: “Yo soy Pepi, la fea” tuvo una excelente llegada con el público y el tema se ha repetido en innumerables obras.
5. El elegido: “Percy Jackson”, “Harry Potter” y muchos otros han hecho que este sea uno de los tópicos más populares desde hace varios años. Creo que perdí la cuenta de cuántos libros de este tipo leí.
Y bueno, muchos más.
No está mal querer basarnos en temas que, de seguro, son bien recibidos por el público lector, pero debemos tener cuidado de no caer en repetir o reproducir algo que ya se ha hecho tantas veces que finalmente carece de atractivo… siempre podemos revisar los clásicos literarios, dar rienda suelta a la imaginación e inventar nuestros propios temas, e incluso mezclarlos. Después de todo, de eso se trata la literatura: ¡de crear!
Este artículo fue escrito por:
Claudia Cuevas Moya
Coordinadora de Edición de Aguja Literaria