PENSAMIENTOS ANCIANOS
Cuando eras niño buscabas
mi protección. Te eduqué
con amor incondicional
forjando tu futuro.
En mi ancianidad me miras
con desprecio.
Soy un estorbo para ti,
desprecias mis arrugas,
ignoras mis palabras que
balbucean por el paso de los años.
Me niegas el cariño,
insultas mis canas.
Tu abandono recome mis entrañas.
No seré una carga para ti,
cuando muera visitarás mi
sepultura, te recibiré con
una sonrisa que jamás verás.
No comprendo tu abandono
eres mi hijo y te amo.
Escrito por:
Esther-Ruiz