ELEMENTOS
¡Bendita, Tierra!
Verdes copas que apuntan
hacia el cielo.
La raíz, tejido firme entre las piedras,
defiende al hombre de la lluvia
y su jirón violento
del sol que taladra la piel
y la sed desértica.
Sigilosa se aleja la nevada
viaja la flor por estaciones amarillas
todo gira en paz.
Una extraviada nube del desierto
acuna en la montaña y precipita.
El cauce de los ríos se agiganta
enloquecidos corcovean.
Vi casas navegantes,
ventanas invertidas,
terror en el ojo del caballo.
Contrito el hombre se arrodilla
en medio del caos.
Promete nunca más pecar.
Escrito por:
Helena-Herrera-Riquelme