top of page

Entérate de concursos, publicaciones en el Blog y más.

Haz click aquí para enviarnos tu texto:

DE HERENCIA CAMPESINA




Tengo las manos callosas y quemada mi espalda

de haber cultivado mil rosas en los campos de mi aula.

Por los surcos de la vida he labrado la esperanza.

Fui sembrando mil sonrisas, mil momentos, mil nostalgias.

En los campos cotidianos de las melgas más mundanas

cuan hortelano de sueños, sembré en mi mano palabras.

Para aventarlas al tiempo, a los huertos de la infancia…

Soy sembrador del ensueño que se forja en pizarras.

En el surco de la vida sembré razones fundadas

para cosechar las doctrinas de campesinos que hacen

patria.

Con pasión y sentimiento, con las manos que se

hermanan

tengo las fuerzas callosas y el alma sudada.

Por desmalezar en mi huerto, del sorgo, la cizaña

para injertar manos negras donde solo hay manos

blancas.

Soy sembrador de momentos, vivencias y enseñanzas.

Es de herencia campesina la motivación que me embarga.

Tengo las manos callosas y en las venas savia,

la herencia más preciosa que conservo en la mirada.

Tengo las manos callosas, de azadones y palas,

con acentos lisonjeros en las alforjas de mi alma.

Tengo un piño de mis versos en los surcos de mi calma,

jilgueros en los valles, faisanes en mi estancia.

Tengo las manos callosas de cultivar paz en mi patria

manos blancas y negras, manos negras y blancas.

Soy de herencia ranchera, de Chile y su magia,

donde se cultivan amigos, donde crece la esperanza.

Mi tesoro es patrimonio, de mis padres y su casa.

Soy de herencia campesina y tengo quemada la espalda.

Mis manos cultivan aromas de frambuesas en fragancias

de mil dulzuras que asoman, en la tierra y sus distancias.

Tengo las manos callosas de tanto y tanto regar plantas

para un corazón de sandía que florezca como dádiva.

Tengo las manos henchidas de trigo candial en sustancia

como esencia de la harina con que amaso la confianza.

Tengo las manos teñidas con la sangre legendaria

donde crece la alegría, entre cultivos de hectáreas.

Soy sembrador de ambrosía, un sembrador de palabras

para ver florecer la poesía, en los campos de mi aula.






Escrito por:

Julio César Corvalán

Poema del libro

Entradas destacadas
Entradas recientes
bottom of page