¡DEPRESIÓN, MALDITA DEPRESIÓN!
Deseos de partir, olvidarse de todo.
No aferrarse, sin deseos de existir.
Cerrar los ojos buscando en el sueño
la vía de escape; de una vez, partir.
Todo queda de lado, solo ves el problema
que encierra tu todo y tu vivir.
No encuentras salida al abismo,
quieres irte, sin saber a dónde ir.
Te encierras,
no dando lugar a opciones.
Rechazas la ayuda de quienes te rodean,
sin ver que siempre existe una luz
después de la noche que ilumina la alborada.
Esa luz de esperanza para todos los seres
que no quieres ver, alumbra el camino.
A pesar de dolores, males, infortunios,
es la luz que cambia los destinos.
Maldita enfermedad que sufren tantos,
llegas de repente; sin motivo, sin razón.
Cuesta reconocerte, tu nombre es sinónimo de tristeza y horror.
Al oírlo, recién me doy cuenta: has llegado a mi vida, te llamas depresión.
Se te puede vencer, rodeado de amigos,
de la familia, sobre todo del amor
que hermana la vida. Superar los problemas,
hacer cada día un cambio mejor.
Abrir los ojos, recibir el regalo,
esta vida linda que emana de Dios.
Superar el problema, por difícil que sea.
No estar solo nunca, siempre unidos los dos.
Así te venceré, enfermedad maldita.
Rodeado de todos, rodeado de amor.
Superaré el dolor que hoy día me aflige
y veré cada mañana en todo su esplendor.
Escrito por:
Mario-Villagran
Comments