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El comienzo de mi historia




Día soleado, termina el año escolar 2001, lo mejor es pasar a tercero medio, lo triste que es el último día que estaré en el liceo Clelia Clavel. Dejo a muchas amigas hermosas, pero mi futuro no está aquí, debo matricularme en otro lugar para estudiar Contabilidad, aunque en realidad no soy muy buena para los números, pero confío que ese será mi futuro.

Llega el momento de partir, es triste alejarse de personas que quieres mucho; miles de abrazos, cariños y buenos deseos. Sé que las extrañaré, estoy acostumbrada a verlas a diario, somos un grupo de locas lindas que disfrutan los momentos juntas; nos matamos de la risa y a veces también estudiamos. Pero comienza una nueva etapa en mi vida, con otras oportunidades; me despido con emoción y camino a tomar la micro. Mil pensamientos recorren mi mente, a veces soy algo exagerada, con todo lloro, soy de piel y me encariño mucho. Me pongo mis audífonos, sintonizo la radio y disfruto del viaje con buena música. "¡Al fin a descansar, se vienen las vacaciones!, ¡¡¡verano, ven a mí!!!".

En la semana recibo una invitación de mi querida tía Male, es hermana de mi madre, una mujer estupenda, carismática, entretenida; le tengo un gran cariño. Me comenta que irá de vacaciones al sur de Chile y que me quiere llevar, para que disfrute junto a mis primas.

"¡¡¡Quéeee...!!! Esto es más que genial, volver a Villarrica mi lugar soñado, desde pequeña mis padres me llevaban a un pueblo llamado Huiscapi, hermoso, humilde, lleno de naturaleza, solo pensar que vuelvo, me da ilusión, la abrazo y le agradezco su invitación, por supuesto que iré.

Llega el gran día, vamos en tren, estoy full emocionada; me pongo mis audífonos y escucho un temazo de Los Prisioneros, mientras el tren sale de la estación rumbo a mi sur querido. Miro a mi tía Male con ojos de agradecimiento, no doy más de felicidad. Al frente de mí está mi prima hermosa, mi alma gemela. Se llama Nadia, nos adoramos, desde pequeñitas que somos unidas, la considero una hermana; tenemos casi la misma edad y físicamente nos parecemos bastante, las dos somos trigueñas; aparte de creernos las más top, la pasamos tan bien juntas. Será divertido este verano.

De repente llega mi tío Hernán, el papá de mi prima, es a todo dar, aunque a todos los primos nos tiene un sobrenombre, ni les cuento el mío, aún sigo traumada, de solo recordarlo me da entre vergüenza y risa, pero es el tío más entretenido que he conocido. Nos ofrece galletitas y bebidas. "¡Qué rico, bacán!". A mi lado está mi pequeña prima Gabriela, tiene diez años, es nuestra morenaza de sonrisa tierna, muy cariñosa. En brazos de mi tía Male va el conchito de la familia, el nieto regalón, mi pequeño Alexis, es hijo de mi primo Esteban, un guapetón que te morí, también morenazo, alto y coquetón, lo adoro, pero lamentablemente no pudo viajar con nosotros, aunque disfrutaremos a su bebé mientras los papis no están.

Estamos todos arriba y preparados para comenzar el viaje. Con la Nadia planeamos todo lo que haremos, parece un verano prometedor.

Llega la noche, me acomodo en mi asiento y me quedo dormida, debo aprovechar de descansar, es un viaje de doce horas aproximadas, llegaremos en la mañana.

Pasan las horas, amanece y el sol me pega en el rostro, comienzo a despertar, hace un frío del terror. Abro mis ojos y veo un hermoso paisaje desde mi ventana, lleno de áreas verdes. Estamos en Villarrica, qué hermosura de lugar. Respiro profundo, me estiro y me preparo para bajar. Comenzamos a buscar dónde alojarnos, en eso encontramos una casa grande y hermosa. Mi tío Hernán decide quedarnos ahí, todo es perfecto. Almorzamos y vamos al famoso lago Villarrica, el lago del amor…

"¡Esto sí que es vida!". Estiro mi toalla y me pongo a tomar el sol, quiero llegar con un bronceado espectacular a Santiago. En realidad desde pequeña que me encanta sentir el sol en mi piel, disfruto de este día y de todo lo que lo rodea.

Van pasando los días y menos ganas tengo de volver cada vez lo pasamos mejor. Comida exquisita, lagos maravillosos. Todo ha sido genial. Hago un resumen mientras observo desde la ventana de la micro, cuando aparece otro lugar de ensueño: Lican Ray, hermoso por sus paisajes y naturaleza; es mágico, lleno de energías positivas. Me fascina el aire fresco y puro que hay, necesitaba de todo esto, llevaba un estrés en mi casa... Meses de puras peleas y gritos que no me hacían bien, necesitaba buscar mi paz y aquí la he encontrado.

Nos bajamos de la micro y me voy rápido a la orilla del lago. Respiro profundo y me empapo de toda la energía, toda la belleza. Me encanta, no puedo creer tanta hermosura en un solo lugar, Doy media vuelta y visualizo a mi prima, voy hacia ella, acomodamos las toallas y nos ponemos de guatita al sol. La vista está espectacular, nos miramos y reímos, la verdad somos muy coquetas, también hablamos por telepatía, tenemos cierta complicidad, nos entendemos a la perfección. Al fijar la vista al lago notamos a unos guapetones altos, bronceados y sexys, a quienes nosotras, disimuladamente, quedamos mirando. En eso gritan de atrás:

—¡Déjense de coquetear, lachas!

Damos media vuelta muertas de la risa, como siempre, mi tía dejándonos en vergüenza. No miramos más, nuestros rostros comenzaron a reflejar un tono rojizos, mientras los chicos expresaban una leve sonrisa hacia nosotras, trágame tierra…

Es de noche, nos arreglamos y vamos a dar una vuelta con la Nadia al centro de Villarrica. Nos sentamos en una plaza a observar el ambiente, mientras yo prendo un cigarro, me siento tan libre y grande, cuando de repente se acercan dos chicos y piden fuego, aunque creo que es una excusa para acercarse a conversar, lo típico.

—¿De dónde son? ¿Qué hacen? ¿Cuántos años tienen?

Comenzamos a sociabilizar, se ven muy simpáticos, al rato estábamos muertos de la risa, contándonos sus anécdotas. Pasan las horas y decidimos marcharnos, así que intercambiamos números de teléfono para volver a encontrarnos en este hermoso paraíso.

Llega el viernes, mi mamá con mis hermanos están por llegar, al final se sumaron al viaje, así que estaremos juntos, solo falta mi papá, pero entiendo su ausencia; entre las peleas con mi mamá y las deudas, opta por trabajar y darnos nuestro espacio, aunque debo admitir que hombre más trabajador que él no existe; de todas formas, entiendo su postura y lo respeto.

Hoy nos quedaremos en casa para esperarlos a todos, haremos un rico almuerzo. Mis tíos salieron a comprar, mientras nosotras con la Nadia comenzamos a ordenar, prendo el equipo y sintonizo la radio para buscar mi música y animar el aseo. De repente se escucha su Raggamuffin y comenzamos a bailar, creyéndonos un “team”, imaginamos que estamos en un programa de televisión y nos graban. ¡Qué momentazo! En eso nos sacamos la ropa, tenemos el bikini puesto; nuestra imaginación vuela, hacemos un video clip, nos creemos artistas. Hasta que quedamos solo con el traje de baño y nos volvemos locas bailando y cantando, disfrutamos cada momento juntas, porque es único y especial. En eso se escucha la reja, son mis tíos, partimos rajadas a vestirnos, pero no bajamos el volumen de la radio. Mi tía entra gritando que es algo común de ella y nos dice:

—Bajen la música, ¡tan escandalosas que son!

Al mismo tiempo, escucho la voz de mi mamá y salgo de la pieza a saludarla. El Camilo, mi hermano chico, me abraza por atrás. Mi pequeño está contento, sus ojazos azules brillan de alegría. Entra Romina, mi hermana, con su pancita de cinco meses. Se ve tan tierna embarazada, y eso que es bien difícil verla tiernucha, ya que su personalidad es más fuerte, ruda, pero aun así, su carita ha cambiado, se ve muy maternal. Atrás entra Samuel, su esposo, con su camiseta de la U, su equipo favorito, es demasiado fanático, me preocupa, no le da nunca feriado a la polera ja,ja,ja lo abrazo con cariño.

Comenzamos a servir los platos, todo era risa en la mesa, felices y alegres nos sentamos a comer; tiramos la talla, mi tía Male cuenta nuestras travesuras, los lugares que hemos visitado, los lagos maravillosos que hay en la región. Mi mamá se ve muy contenta, al fin puede estar tranquila y disfrutar.

En la tarde vamos al centro de Villarrica, en eso pasamos a una feria artesanal, debo decir que es mi debilidad. Amo toda la artesanía que existe, recorremos pasillo por pasillo, quiero comprármelo todo, llevar recuerdos a mis amigos, a mi papá, a mi mamita Rosa, en fin... Vitrineamos un poco más y luego regresamos a casa para descansar.

A diario salimos a diferentes lados, mi tío Hernán siempre con su sonrisa a flor de piel, alegrándonos los momentos, nos hace tanto reír, nos llevó a muchos lados preciosos.

Pero llega el momento de marcharnos, con la Nadia no nos queremos ir, estamos tristes; en realidad fueron tres semanas maravillosas juntas, en este paraíso llamado Villarrica. Prometemos volver el próximo año al lago y reencontrarnos con todo lo bello...

"¡Qué vacaciones junto a mi prima!". Sintonizo La Playa, de la Oreja de Van Gogh, para cerrar este hermoso viaje.

Escrito por: Vanessa Salamanca

Extracto de la novela Vive la vida niña









Escrito por:

Vanessa Salamanca

Extracto de la novela Vive la vida Ñiña



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