EPIGRAMAS
“-Treinta malos epigramas hay en todo tu libro.
-Si hay otros tantos buenos, Lauso, el libro es bueno.”
Marco Valerio Marcial (40 d.C.-104 d.C.)
La sexualidad
no es una construcción social.
Tus prejuicios sí.
Con lo que cubre mi lencería,
puedo tener lo que quiera…
tomar tu vida, si es necesario.
Soy tan romántico… me casaría conmigo:
la cama es grande, mis sueños caben.
Tu conformismo no.
Serás historia, ellos ni “polvo";
mas no te reduzcas a sus palabras,
de lo contrario serás peor.
Eres peor que nada.
Si supieras que nada vales,
ya serías algo.
Cierto. Ni la nada tengo.
Mas cuando pierdo todo,
carezco del mismo miedo.
Lo mismo con el café:
tomo tanta cafeína
que ya no me hace efecto.
¿Y mi ansiedad, qué?
Tengo tanta ansiedad
que ya no me hace efecto.
Con razón no tenemos hijos:
tu pasividad y cara de tortuga,
qué mejor anticonceptivo.
No obstante, tu faz de conejo
es peor: acabas rápido, apuntas mal.
Mas soy lenta, pero segura.
Me gusta el sexo al amanecer:
mi minga se vuelve sommelier,
tu calocha… desayuna después.
Tus pasiones e instintos,
una patada a tus testículos:
los provoco y libero.
¿Me besas, me amas? No te creo.
Hay quienes besan sin amar,
mas otras aman sin besar.
Dices que la poesía no sirve para nada.
Cierto: no sirve para nada, sino que para todo.
De no ser así, ¿para qué lees este epigrama?
Escrito por:
Francisco-Valenzuela
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