SIEMPRE VERDE
El bosque siempre verde,
solo.
En calma y constante entropía.
Activo durmiendo su siesta de mil años.
Susurra canciones que los Coigües y los Ulmos
aprendieron cuando Antü los bañó de luz
en aquellos segundos primigenios.
El siempre bosque desolado
consolando las alarmas afligidas
infringidas con el más incierto dolor.
El siempre verde bosque rojo, púrpura, azul,
siempre vivo, encaramado en los faldeos
con los dedos cercenados por las calles.
Siempre con los pies enraizados en el ayer.
Escrito por:
Martín-Saavedra-Chávez Del libro Memorias adyacentes (2017)
Publicado por Aguja Literaria
Comments