top of page

Entérate de concursos, publicaciones en el Blog y más.

Haz click aquí para enviarnos tu texto:

UNA LECCIÓN DE ESAS. UN JARDÍN, UNA VIDA, UN RECUERDO


No iba a decirlo yo, iba a escribirlo el tiempo, dejaría su huella en la vida, me lo aconsejó en silencio, me lo musitó al oído. Me liberaba así de los recuerdos y de los días vividos.

Apreté los puños y respiré en silencio, las flores desgarraron sus verdes capullos con la ida del invierno, y el cielo se tiñó de colores y de aromas mi propia existencia.

El tiempo comienza a sumar presencias, a pisotear sobre las vidas, a alimentarse de expresiones, de penas y de alegrías; creo que la lluvia misma se hace de llanterío. Estuve mirando en un rincón sin decir nada, viendo en el más reverenciado silencio cómo arrasa con todo, sin dejar siquiera una alegría olvidada. Solo nos deja recuerdos, recuerdos mal recordados, historias que pensamos ciertas, o pesadillas cada día más odiadas. Cada lágrima que se derrama, le aumenta un párrafo a esas historias despreciadas.

Sí, apreté los puños y guardé silencio. La vida me dijo al oído que lo irreal es lo cierto, me liberó así de las penas y de los fríos del invierno. Sí, si bien pisoteó la existencia de los otros y la mía entre ellos, me dejó una lección, una esperanza, una ilusión y un consejo:

Lo irreal es lo cierto, lo irreal es lo cierto.

Claro, la vida es una ilusión y es mejor soñar despiertos, y pensar ahora y siempre, que siempre será cierto. Decretar una, una y mil veces que las flores colmarán el jardín de perfumados colores acompañados de tu recuerdo.


Escrito por:

Fernando-Gilabert-Bustos


Entradas destacadas
Entradas recientes
bottom of page