DOCUMENTO 21

Mi alma de pasillo de hospital abandonado,
aula en día domingo de verano,
de cuaderno extraviado.
Tus ojos de noche de mar en calma,
tu boca fresca, fiesta de la primavera
tu pelo y sus acordes.
Mis ganas y tu puerto,
mis noches y tus silencios,
tu sonrisa y el viento.
Tu distancia y mis manos tratando de alejarla,
tu ventana y mis versos que se le posan.
Días que arderán en escaleras saladas,
tiempos de calles nuevas,
volantines que llegan al mar.
Cuidad de coral oxidada,
corazón con techo de gaviotas,
sol que corta las nubes por la mañana
y alimenta mis ganas.
Tus besos, con sabor a septiembre,
tu boca nuevamente imparable,
roja y fatal.
No puedo olvidar tu boca...
Ni tu boca ni el mar.
Escrito por:
Francisco-Briones