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EL AMOR


Era una mujer de veintiún años, de clase alta, muy compuesta y recatada al extremo. Había salido con muchos hombres, pero nunca amó a ninguno; salía solo por costumbre, por ser como las demás. En sus relaciones sentimentales siempre se protegía, nunca sufría por amor, ni se arriesgaba a querer a alguien.

Por otro lado, era una estudiante brillante, una de las mejores del curso, muy segura de sí misma y, además, era deportista. Sin embargo, se encontraba vacía, pues tenía un deseo incontrolable por amar. Se sentía egoísta porque nunca había hecho algo por otra persona, sino solo por ella y para ella.

En ese momento tomaba un curso de teatro y debía actuar como prostituta. Su profesor le había recomendado salir a la calle, entrevistar a prostitutas, compartir con ellas y ponerse en las mismas esquinas para tener la sensación de ser mirada como ellas.

Se encontraba en la calle Mc Iver, en una esquina. Vestía falda corta, una blusa de escote pronunciado y lucía sus labios muy rojos. Estaba al lado de Jenny, a quien había entrevistado y hecho de inmediato sintonía. Se sentía viviendo un sueño en un mundo que no podía comprender.

-¿Cómo lo haces? -le preguntó a “la Jenny”.

-Yo lo hago por amor. -La respuesta le pareció tan simple, que la golpeó.

-No entiendo, ¿cómo?

-Por mi hijo y mi madre -dijo la puta, encogiéndose de hombros.

-Pero, ¿no podrías hacer un trabajo más digno? -La, miraba escandalizada.

-Sí… ¿Pero cuál?

Siguieron esperando en la esquina. Jenny le ofreció un trago de una petaca, de la cual bebía a sorbos lentos. Empezó a entender y tomó un sorbo grande de aguardiente. Quería irse a su casa, pero quería saber más sobre la vida de la mujer. De pronto, se detuvo ante ellas una camioneta blanca. Se subió para comprender…

Después de dos horas llegó a su casa, destrozada y en shock. Le entregó el dinero a su madre, quien la miró interrogante. Sin decir palabra alguna, se fue a su pieza, afligida y avergonzada por lo sucedido, tomándole el peso. Todavía no sabía lo que era el amor, pero se encontraba más cerca.



Escrito por:

Tomás-Villaluna

Fuente imagen:

www.mujer.guru

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