AMOR

Amor, alarido de la especie.
Su grito traspasa umbrales
(éxtasis, dolor)
su mano alcanza
la cintura del tiempo.
Ola de marisma, flor rugiente
brota en el puño del cerebro
desde el principio.
Impaciente espera la substancia
para iniciar la floración
y te transforma.
La lucidez y la demencia al filo.
El estado de gracia explota.
En un segundo
se evapora a otras latitudes.
¿Qué de las palabras excelsas
que escribiste, las cartas lunares?
Los sentidos como un piano roto
ruedan por grietas y abismos,
papiros quemados
se anudan a la máquina del tiempo
y nunca desaparecen.
Volverán como las golondrinas
por todas las estaciones.
Escrito por:
Helena-Herrera-Riquelme